Todos llevamos cicatrices.
Algunas son cicatrices de heridas pasadas y que son recuerdos de otro tiempo que ya no vuelve.
Otras son heridas que nunca curaron, que siguen doliendo y que las vemos allí sangrando muchas mañanas al mirarnos en el espejo cuando salimos de la ducha .
Son éstas últimas las que muchas veces nos impiden vivir del todo , las que no nos dejan disfrutar completamente de las cosas que nos brinda la vida.
Y, son éstas las que cuando terminan abriéndose nos crean un torbellino emocional que nos deja rotos y partidos de lado a lado.
.... ahora sólo me queda esperar...
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