La dignidad no debe chafarla nadie, y menos uno mismo.
Para que nos quieran debemos querernos primero nosotros, y aprender a diferenciar aquello con lo que no estamos dispuestos a vivir, y lo que no vamos a consentir.
Porque los fantasmas no existen... los creamos nosotros.
Le damos excesivo valor a recuerdos y a los esquemas impuestos , a lo previsible , nos atascamos.
Nadie de los que te hagan creer ésto son tan increíbles ni de coña (me juego un cubata).Increíble es lo mucho que estamos perdiendo cuando aguantamos a personas que nos vacian.
No permitas que nadie te haga sentir inferior .
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