Presiento la rosa en el tallo dormido, presagio la caricia y presiento la pena. Y el beso que han de darme, y el llanto no nacido humedece mis dedos y entristece mis venas. Presiento que me quiere quien no puede quererme. Presiento mis insomnios y el llorar de una estrella. Yo presiento su risa -y en mis versos su huella-. Y la risa que pasa, y la duda que seca. Todo presiento, todo, lo que pasa en la tierra: la caricia y el llanto, el beso y el poema. Que aunque puedo ser madre, yo soy como un poeta.
PRESENTIMIENTOS
ResponderEliminarPresiento la rosa en el tallo dormido,
presagio la caricia y presiento la pena.
Y el beso que han de darme,
y el llanto no nacido
humedece mis dedos
y entristece mis venas.
Presiento que me quiere
quien no puede quererme.
Presiento mis insomnios
y el llorar de una estrella.
Yo presiento su risa
-y en mis versos su huella-.
Y la risa que pasa,
y la duda que seca.
Todo presiento, todo,
lo que pasa en la tierra:
la caricia y el llanto,
el beso y el poema.
Que aunque puedo ser madre,
yo soy como un poeta.
Gloria Fuertes